Ing. Carlos Mora
Vanegas
Las características
del desarrollo sostenible que han emprendido muchos países, muestran la
importancia del nuevo paradigma que se manifiesta a través de la gerencia en
valores, aspecto que se debatió ampliamente en el Congreso Internacional de
Gerencia Basada en Valores, en donde se señaló que las organizaciones tienen un
rol determinante en el logro de un modelo de desarrollo que sea sostenible,
donde el cuidado del ambiente y la búsqueda de mayores igualdades sociales se
constituyen en elementos motivadores.
El Programa de
postgrado de gerencia de la Calidad y Productividad de Faces, de la Universidad
de Carabobo, se ha identificado plenamente con el rol que debe tener la
gerencia del presente, ante una realidad venezolana, turbulenta, en donde hay
muchas amenazas, pero también oportunidades, de tal forma que sus acciones,
planes, favorezcan en la solución de problemas, propuestas, modelos que
contribuyan significativamente en el desarrollo de la región y por ende en el
país.
Se hace
énfasis en integrar de manera proactiva a los participantes, profesionales en
ejercicio en la realidad económica, tecnológica, comercial, social del país, a
fin de que a través de sus funciones, conocimientos que se le proporcionan,
desempeñen un rol determinante en las necesidades que actualmente se afrontan
en pro de las empresas y sus responsabilidad social, garantizando una
competitividad que beneficie a todos.
Adolfo Jarrin,
presidente de Creating Consulting, una de las empresas organizadora del evento
opinó, que estamos ante un nuevo paradigma. “El inicio de un cambio importante,
similar a un salto cuántico, en la forma y fondo de gerenciar las
organizaciones. Este siglo que comenzamos está ya signado por un desplazamiento
en los valores inherentes de la sociedad como un todo. Ya no sólo importan los
productos que hacemos. El cómo lo hacemos y con quién lo hacemos continuará
tomando cada vez más relevancia ante los consumidores y la sociedad. Los
gerentes y líderes de las organizaciones serán influenciados en su desempeño
por sus contribuciones hacia el bienestar global, el cuidado del ambiente y la
satisfacción plena de las expectativas de los trabajadores. El desempeño
financiero exitoso y sustentable será una consecuencia de lo anterior y no como
lo vemos hoy, donde sólo a raíz de los beneficios financieros se podrá
contribuir con la sociedad como un todo.
Afirma Jarrin
que la gerencia en valores representa una fuerza para construir mejores
organizaciones y sociedades, en un ambiente donde la gerencia de la cultura y
los valores invaden el mundo de la organización. Es un modelo que cambiará la
visión sobre la gerencia de los procesos de transformación organizacional.
Concretamente
señala Jarrin, que la gerencia basada en valores parte de premisas y visiones
distintas. “La organización es vista como un sistema vivo, no como una sistema
mecánico cuyo único fin es generar riqueza para los accionistas. Por otro lado,
las personas son vistas en función de su potencial y no de las limitaciones con
las que consciente o inconscientemente hemos definido las políticas y sistemas
de las organizaciones. “Los modelos tradicionales de formación ya no son
válidos ante semejante reto. La forma de llegar a todos y cada uno de los
integrantes de una empresa es a través de la comunión de valores, debidamente
entendidos, internalizados y llevados a la práctica, para que se transformen en
las guías de gestión y modelos de conductas observables”.
Para Jarrin la
gerencia basada en valores permite seguir la ruta de la sustentabilidad
económica de las empresas y sociedades en el largo plazo, cimentando en lo
moral y económico el sistema capitalista, al llevarnos como trabajadores y
empresas subiendo en las siete escalas de desarrollo, desde la supervivencia,
hasta la conciencia del impacto de todas nuestras acciones en las comunidades y
sociedades, generando, no sólo empresas más rentables y exitosas, sino sobre
todo, logrando esto a través del desarrollo individual de cada persona para
transformarlos en actores sociales.
El Programas
de gerencia de la calidad y productiva se ha identificado con la gerencia en
valores, resaltando el rol determinante del capital humano que toda empresa
posee, en donde cada miembro de la organización es un potencial que no puede
ser descuidado, al que se le debe motivar de aportar óptimamente su potencial
creativo, innovador y que lo aplique en pro de dar respuestas a los problemas
que el entorno presente en su desarrollo. Se recalca lo relevante de
identificarse y poner en práctica la ética, comprometerse, responsabilizarse,
avalar sus valores a fin de que se cuente con profesionales comprometidos por
su comunidad, por el desarrollo del país.
Se identifica
el Programa con las aportaciones de Richard Barrett (1988) quien presentó sus
modelos y herramientas para determinar la cohesión de los valores de gestión en
la organización y su alineación con los valores preconizados por la empresa.
Para apoyar estos procesos desarrolló una serie de herramientas para la
transformación organizacional (CTT).
Estas
herramientas aportan indicadores cuantitativos de la cultura corporativa que
pueden ser incorporados al cuadro de mando de la empresa.
Las encuestas
de valores nacionales CTT se basan en el Modelo de los Siete Niveles de
Conciencia creado por Richard Barrett, que sostiene que los países funcionan
como organismos vivientes con necesidades, motivaciones, niveles de conciencia
y orientación semejantes a los de sus habitantes. Este modelo representa una
profundización del trabajo de Abraham Maslow.
La encuesta
CTT es un medio simple y efectivo para medir el capital cultural de comunidades
y países. Los resultados se obtienen mapeando la percepción que tienen
distintos grupos de ciudadanos acerca de los valores actuales del país, los que
consideran valores deseables y sus valores individuales. Se utilizan para
auditar valores, definir objetivos y medir progresos en programas de
transformación cultural.
Por último, es
importante recordar como lo aporta Alexis Codina, que se tome en cuenta, que
entre las razones que fundamentan la necesidad de otorgarle una importancia
relevante a los valores en el plano gerencial se señalan las siguientes:
• Los valores
son los impulsores principales de la actuación de las personas y las
organizaciones, son los que otorgan cohesión y sentido de pertenencia y
establecen compromisos éticos, entre sus miembros, y de la organización con sus
clientes y socios. (Tom Peters).
• Los modelos
de gestión vigentes hasta los años ochenta ya no responden a las nuevas
necesidades. La orientación al cliente, las nuevas tecnologías y la inclusión
de valores y principios éticos habrán de ser los nuevos puntos de referencia.
Ello significa que valores ya existentes a escala personal deben adquirir una
nueva dimensión, cuando son aplicados a la actividad de la empresa.
(Dolan-García).
• Nada es más
importante que la visión y los valores para determinar lo que sucede en una
compañía. Ellos constituyen la base para todas las demás aptitudes y prácticas.
(Steiner).
• Una visión
sin valores se asemeja a un viaje sin un mapa de ruta. (Linbeck).
• Los valores
y creencias son el elemento más importante de los tres componentes de la visión
(valores, objetivos y metas) en una organización, sugieren pautas de acción
sobre como actuar e interactuar para lograr lo que desean. (Quigley).