Debes tener claro el perfil del puesto que deseas cubrir a la hora de hacer la elección de personal y luego de contratada la persona; debes especificar claramente:
1. ¿Cuál es la misión
del puesto? Es decir para qué existe ese puesto.
2. Debes establecer claramente
cuáles son los objetivos y actividades principales del puesto.
3. Establece indicadores de
éxito para el puesto, esto significa tener claras los resultados deseados
de ese puesto y los criterios que se utilizarán para medirlo. Esos criterios
deben ser unidades de medida, deben ser objetivos y cuantitativos, que te
permitan establecer si la persona que ostente el puesto está siendo eficiente y
efectiva.
4. Aclara y especifica las
unidades de dependencia, autoridad y responsabilidad que tiene el puesto.
5. Ahora, describe el
perfil, competencias, características, habilidades, talentos y capacidades que
el candidato debe reunir para ocupar ese puesto, así como el nivel de
experiencia, conocimientos técnicos y estudios para ocuparlo.
6. Luego, realiza cuidadosa y
diligentemente la selección y reclutamiento del mejor candidato.
Elige entre tres opciones. Entrevista los candidatos, toma nota de los
comentarios que esa persona te hace, de los puntos relevantes que notas en la
conversación. Consulta las referencias. No contrates de entrada. Trata de
calificar cada uno de los criterios con una puntuación del uno al diez. Luego
pondera esos puntajes. Si es necesario, entrevista por una segunda ocasión.
7. Cuando elijas y contrates a
tu candidato, éste debe pasar por un proceso de inducción y entrenamiento
riguroso. Deberías contar con un programa o detalle de actividades que
realizará durante las primeras semanas, que lo lleven paulatinamente a ocupar
el puesto.
8. Finalmente, mide y valora
el rendimiento y progreso de esa persona, una vez al mes, durante los primeros
tres meses. Determinar si el procedo de inducción y entrenamiento está
siendo efectivo, si la persona se está adaptando a la empresa. Busca comentarios
y opiniones de otras personas dentro de la empresa. En menos de tres meses,
debes estar en capacidad de determinar si la persona es el candidato que
necesitas para ocupar el puesto.
Todo este proceso de selección
de personal no garantiza que hayas contratado “al mejor”; pero
si disminuye sustancialmente el margen de error y evita que caigas en ese error
tan común de esperar que el empleado renuncie y se vaya para decir nosotros
“Que dicha que se fue…” Silvia
Zuñiga